La Migración por Ricardo Pérez
La migración es uno de los fenómenos más sorprendentes de la naturaleza que podríamos explicar como el desplazamiento regular a zonas más apropiadas en determinadas fechas. Es una opción de las aves, y muchos otros animales, para adaptarse a las diferentes estaciones climatológicas que condicionan sus recursos alimenticios.
Estos desplazamientos suelen ocurrir entre el área donde se reproducen, en zonas norteñas y las de invernada, más cerca del ecuador, aunque hay excepciones. Por este motivo podemos diferenciar entre dos migraciones, la migración prenupcial cuando van de las áreas de invernada hacia las de reproducción, que ocurre a lo largo de la primavera y la migración postnupcial, de vuelta a sus cuarteles de invierno y que se realiza durante el verano y el otoño.
Entre las muchas especies podríamos citar unos cuantos ejemplos sorprendentes de hitos que llegan a realizar algunas de ellas para llegar a zonas más apropiadas. Así pues el mosquitero musical, que con sus 10 gr de peso llega a recorrer 10.000 km en cada uno de sus dos viajes migratorios anuales, un azucarillo suele pesar unos 8 gr. Algunas limícolas (aves que se alimentan en el fango), como la aguja colipinta pueden llegar a realizar más de 11.000 km en menos de diez días. O el ánsar indio ha sido observado a más de 8.000 metros de altura en vuelo migratorio, especie que tiene que sortear el Himalaya en vez de los Pirineos.
La migración es un hecho que ha suscitado la admiración y curiosidad del hombre desde tiempos inmemoriales, lo que hizo que se buscasen explicaciones tan fascinantes como el propio fenómeno.
Algunas de estas explicaciones barajaban la desaparición o aparición repentina de muchas especies con la entrada en letargo e hibernaciones bajo tierra, con transmutaciones entre especies. Así pues hasta no hace mucho tiempo se creía que las golondrinas se enterraban en el barro para resurgir en primavera, los petirrojos del invierno se metamorfoseaban en colirrojos en verano o los cucos se convertían en gavilanes con la llegada del otoño.
HISTORIA DE LA MIGRACIÓN
Una de las primeras evidencias de la migración de larga distancia fue en el siglo XIX con la llegada de una cigüeña a un pueblo alemán portando flechas que pertenecían a una tribu africana. En 1899 un holandés Hans Christian Mortensen marcó unos estorninos para su estudio comenzando así el anillamiento en Europa, una forma de estudio que ayudaría a desvelar los secretos de las aves viajeras.
El anillamiento es el método de investigación y estudio de las aves silvestres consistente en la individualización de cada ejemplar mediante la colocación de una anilla metálica en una de sus patas. Cada anilla lleva impreso un código alfanumérico con una dirección o remite que lo identifica y dicho conjunto es único, por lo que el ave anillada queda identificada con un código similar a nuestros carnés de identidad. Cada vez es más frecuente la combinación del anillamiento tradicional con el marcaje mediante elementos visibles a distancia (marcas alares, anillas de PVC, decoloración de plumas, etc.) que permiten obtener información sin la necesidad de una posterior captura aportando datos de gran importancia en las aves migrantes.
¿CÓMO VIAJAN LAS AVES?
Para realizar sus viajes las aves cuentan con diferentes estrategias y formas de orientarse. Muchas especies lo hacen en solitario y por la noche evitando así a sus depredadores, para ello se sirven de las estrellas, ya que estas muestran una posición determinada según la latitud y época del año. Otras, como las grullas, viajan en grupo y son los adultos quienes muestran el camino a los jóvenes buscando referencias geográficas en el paisaje, como cordilleras, valles, costas, etc. Otras formas de orientarse son observando la posición del sol, ya que la luz solar incide de forma diferente atendiendo a la latitud y época del año en la que nos encontremos. Aunque quizás una de las que supuestamente usan la mayor parte de las aves son los campos magnéticos de la Tierra que usan cual brújula. Estos métodos no son infalibles y unidos a diversos fenómenos meteorológicos se observan aves americanas o asiáticas que han llegado incluso a cruzar el océano Atlántico, bien con ayudas de barcos como lugares de descanso o cruzando el estrecho de Bering, como ocurrió el año pasado con una grulla canadiense en Gallocanta.
DIFERENTES TIPOS DE MIGRADORES
No todas las especies realizan los mismos desplazamientos en sus viajes migratorios y entre todos podríamos diferenciar al menos tres importantes tipos de migradores. En primer lugar los migradores transaharianos o de larga distancia que suelen criar en el norte de Europa e invernar al sur del Ecuador, son especies que buscan lugares apropiados, reproduciéndose e invernando en regiones climáticas totalmente diferentes. Estas especies tienen una alimentación muy especializada y abandonan las zonas con recurso ante la previsión de la futura escasez. Luego los migradores de corto recorrido, especies que recorren distancias menores en busca de lugares apropiados, reproduciéndose e invernando en regiones climáticas similares. Suelen ser aves que por lo general no suelen abandonar Europa. Por último los migradores altitudinales que suelen ser especies que realizan desplazamientos desde las altas montañas a los valles o montañas con menor altitud.
MONEGROS COMO ESCENARIO DE LA MIGRACIÓN
La situación de la Península Ibérica en el suroeste del Paleártico Occidental sirve de puente entre el continente europeo y el africano, convirtiéndola en una zona de paso y de descanso para numerosos migrantes, siendo el estrecho de Gibraltar el punto de concentración de estos viajeros. Sin embargo la comarca de los Monegros juega un papel muy importante ya que es una zona que se encuentra cercana a los Pirineos, siendo estos una de las dificultades geográficas más importantes que se encuentran. Ya sea en la migración prenupcial, de “subida” hacia el norte, o bien en la postnupcial, sortear esta barrera tiene sus complicaciones. Para ello las aves deben prepararse para descansar y/o retomar fuerzas y los diferentes ambientes de Monegros les provisionan de lugares de descanso y alimentación. Ejemplo de ello es que en la comarca nos podemos encontrar especies de los tres tipos de migradores ya sean transaharianos de paso o los de corto recorrido como las múltiples especies de patos que podemos ver en invierno que usan la laguna de Sariñena para descansar y alimentarse. También hay especies altitudinales como el treparriscos que baja del Pirineo para pasar un invierno más cálido entre las ripas del río Alcanadre. Queda así patente la importancia de un lugar como Monegros, ya no sólo por ser la zona europea con mayor biodiversidad, sino porque infinidad de aves tienen en esta un lugar de descanso y alimentación en sus viajes, permitiendo a todo aquel que visite la comarca disfrutar de un verdadero espectáculo como es la migración y porque no, del resto de vida que esconde esta región única e inimitable.