En el escondite de la Sierra

“donde la tierra le echa un pulso al cielo para que el viento no se adueñe del tiempo”por Nacho Bilbao Porta. Ingeniero Técnico Forestal y Monegrino.

En el corazón de los Monegros existe una línea que desafía al desierto, una sierra que subsiste contra toda ley, las inclemencias del territorio y donde se refugian desde que la glaciación retrocedió hacia el norte, numerosas especies vegetales que los libros las daban en otros latitudes. Especies, que al abrigo de la altitud y escondidas en los fondos de valles se desarrollan como si desde hace miles de años lo único que cambia es el cielo que la observa.

Adentrándonos desde la cima de las tres huegas, donde confluyen los términos de Leciñena, Alcubierre y Robres; bajamos por la vertiente Norte sin seguir sendero alguno en busca de la vegetación que se desarrolla en el corazón del valle.

En la espesura del bosque nos llama la atención en un pino carrasco (Pinus halepensis) una inmensa escoba de brujas, esta malformación similar a un cáncer es producida por una bactería  llamada fitoplasma que penetra en las células del árbol por una herida, incitando a que se reproduzcan con mayor velocidad y menor tamaño.

Más abajo, en el sotobosque, recogimos algo de camedrio o carrasquilla ( Teucrium
chamaedrys ), planta medicinal increíble que crece en muchísimos rincones de Monegros y que entre algunas de sus propiedades medicinales se puede citar como: Antiinflamatorio, Antirreumático, Aromático, Astringente, Amargo, Carminativo, Diaforético, Digestivo, Diurético, Estimulante y Tónico. Esta planta tiene una ecología similar a la carrasca por eso, seguro que si vemos carrascas y con observando con paciencia encontraremos esta planta medicinal.


También otras plantas de ecología similar y también potentes medicinales como la Oreja de liebre (Bupleurum rigidum) y la Rosa (Rosa spinosissima). El primero cociendo sus hojas y tallos, aplicado con un paño funciona perfectamente como antiinflamatorio y antiedematoso.

También encontramos lentisco en forma de arbolito y de arbusto al que se le pega una madreselva la cual no os recomiendo recolectar puesto que es tóxica para el ser humano aunque en pequeñas dosis sus bayas se piensa que son afrodisíacas, teoría que no se respalda desde la comunidad científica. Esta planta trepadora se ayuda de otro arbusto o árbol para desarrollarse perpendicularmente.

Pistacia lentiscus. Lentisco.

Lonicera implexa. Madreselva.

Sobre varios pinos, y en uno en particular, nos percatamos de la fructificación del muérdago, la “planta de los dioses” desde los inicios de la historia y que en esta tierra se hace fuerte entre los pinos. Esta planta es usada actualmente contra el cáncer.

Viscum album.Muérdago sobre Pinus halepensis.

La verdad que dentro de este fondo donde predominan los arces y cajicos, que por esta época se desprenden de sus hojas, no parece que estemos en los Monegros.

Acer monspessulanum. Arce de Monpellier.

Quercus faginea. Cajico.

Una vez prospectado el fondo del valle, nos vamos a la cara sur donde todo cambia en cuestión de pocos metros. Aquí la Sabina y el pino son los dueños y señores del paisaje solo en competencia con la mano del hombre el cual mediante la agricultura saca rendimiento, no sin dificultad, para subsistir en esta tierra.

Bosque cerrado de sabinas (Juniperus thurifera).

En Monegros sur destaca el límite ecológico por todo lo alto, la selección natural en su estado puro, la lucha por la supervivencia y la competencia por la última gota de agua. Esta es la zona donde la tierra le echa un pulso al cielo para que el viento no se adueñe del tiempo.

En este lugar se dan las suficientes condiciones biofísicas como para asegurar que las especies que viven aquí son de las mejores preparadas de la tierra contra condiciones extremas: yeso, sal, rachas de más de 100 km/h de viento variable durante largas jornadas, sequías extremas, nieblas persistentes, y un largo etc.  Salicornias, sisallos, sosas, romeros, tomillos y alguna sabina.


Por eso en las laderas situadas hacia el norte donde hay una variación de la insolación el desarrollo de las plantas es ligeramente mejor que las situadas hacia el sur donde la evaporación del agua y la erosión se hace patente. Este conjunto único determina el paisaje de Monegros y nos da idea de la importancia de la importancia del líquido elemento.

 

 

VN:F [1.9.22_1171]
Rating: 0.0/5 (0 votes cast)
VN:F [1.9.22_1171]
Rating: 0 (from 0 votes)

Leave a Reply